
El sistema es similar al que funciona desde hace un año en el Teléfono de Información a la Mujer de la Xunta de Galicia, permitiendo a las usuarias comunicarse telefónicamente con una intérprete. De este modo, desde cualquiera de los centros, se podrá establecer una comunicación a tres bandas entre el traductor, el personal del centro y la víctima.
Esta medida hará que las mujeres que han padecido malos tratos se sientan más seguras, reduciendo el estrés producido por la barrera idiomática y facilitando la comunicación verbal entre la víctima y el personal de los centros de atención a la mujer. Además, facilitará a las mujeres maltratadas el acceso a la información y recursos disponibles en los centros de atención a la mujer, tales como atención psicológica, prestaciones económicas o asesoramiento jurídico.
Según los
datos de la Xunta, la mitad de las 109.000 personas extranjeras que
viven en Galicia son mujeres, y muchas de ellas no acceden a los
servicios que ofrece el CIM por las dificultades idiomáticas.
Los idiomas más demandados durante el primer año de funcionamiento del teléfono de información a la mujer de Galicia fueron el rumano, el chino y el árabe, dato representativo de las nacionalidades con mayor presencia en la comunidad gallega.